jueves, 3 de julio de 2014

Pese A Las Críticas, Obama Es Mejor Que Muchos

Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


En el ocaso de su mandato de ocho años, George W. Bush era el hombre más odiado y solitario del país.

¿Lo recuerdan?

Con una economía quebrada, y la guerra de Irak arrastrando miles de muertos (de lo que todos estábamos horrorizados en ese entonces), su popularidad rodaba y nadie lo celebraba.

Hasta el candidato presidencial republicano John McCain estába huyendo de él.

Ahora y luego de casi 7 años, muchos se han olvidado del desastre que representa.

Bush le mintió a los estadounidenses sobre la guerra contra el terrorismo y socavó el sistema americano de gobierno al inconstitucionalmente suspender el Habeas Corpus; vigilar la opinión pública estadounidense; espionar sin órdenes judiciales e instituir la práctica de la tortura.

George W. Bush no sólo enredó a los Estados Unidos en dos atolladeros masivos en Afganistán e Irak.

Si no, que al no utilizar los recursos del gobierno para capturar o matar a Osama bin Laden, autor de los ataques del 11/9, y en su lugar invadir a Irak, ayudó a proporcionar un campo de cultivo para alimentar el odio de un movimiento terrorista jihadista a nivel mundial que por desgracia probablemente atacará objetivos estadounidenses durante muchas décadas por venir.

Pero, el fiasco de las guerras no es la cosa más peligrosa que ese ex-Presidente hizo.

Pienso que lo más perverso, es que su Gobierno utilizó la guerra contra el terrorismo para reclamar un poder inmenso para el Presidente.

Ninguno de los otros presidentes de la post-guerra habia tenido un poder tan ilimitado, sobre todo cuando se trata de una guerra perpetua.

Pienso que la arrogancia de Bush al intentar destripar el corazón de la Constitución estadounidense, probablemente lo convierte en un gobernante con poderes dictatoriales y por lo tanto el peor Presidente de los Estados Unidos.

Por otro lado, no creo que Barack Obama sea un Presidente perfecto.

Pero la creación de ObamaCare, el salvataje de las tres principales compañías de automóviles estadounidenses, su proyecto de ley de estímulo fiscal para evitar la quiebra económica del país, y su respeto por las libertades civiles de todos, son suficientes como para tenerle muy en alto.

Y a pesar de todas las críticas recientes, pienso que la política exterior de Barack Obama es una de las mejores desde finales de los años 1970.

Obama, más que la mayoría de los presidentes recientes, parece entender que Estados Unidos está sobre extendido a nivel internacional y que el público estadounidense se encuentra cansado de las perdidas de vidas y dinero en aventuras militares, causa principal de la gran deuda nacional.

Partamos de los desastres militares que George W. Bush le legó a él en el Medio Oriente.

Obama sabiamente salió del atolladero que representa Irak (aunque el gobierno iraquí lo ayudó al impedir que Estados Unidos dejase una fuerza residual) y, finalmente, se va a retirar del barril sin fondo que representa Afganistán.

En Libia, para satisfacer a su aliada Francia, Obama ayudó a la OTAN utilizando el poder aéreo para deshacerse del dictador Muammar Gaddafi.

A diferencia de George W. Bush, con algunas excepciones (por ejemplo, la exitosa incursión de las fuerzas especiales que mató a Osama bin Laden), Obama ha aniquilado a los terroristas utilizando drones, no invasiones.

En Siria e Irán, el Presidente ha sido sabiamente reacio a involucrarse militarmente.

No podemos detener todas las guerras civiles en el mundo, por lo que en Siria, Obama en lugar de atacar, negoció, con la ayuda de Rusia, el desmantelamiento del programa de armas químicas de Bashar al-Assad.

Por otro lado, en vez de iniciar una guerra con Irán por el programa nuclear, Obama negoció un Acuerdo Provisional para que se congele y en algunos casos revierta.

El Presidente está convencido de que un enfoque prudente en la política exterior ayudará a Estados Unidos a evitar otros enredos, mismos que el pueblo estadounidense detesta.

Obama ha defendido su política exterior, diciendo:

"Por lo general, la crítica a mi política exterior ha sido por la no utilización de la fuerza militar. La pregunta que les tengo es, ¿por qué es que tienen tantas ganas de usar la fuerza militar después de que nos hemos pasado una década en guerras con enormes costos para nuestras tropas y para nuestro presupuesto?"

Él convincentemente agregó:

"...el punto es que, por alguna razón muchos que eran partidarios de lo que yo considero la desastrosa decisión de invadir a Irak, en realidad no han aprendido la lección de la última década, y siguen tocando la misma nota una y otra vez".

Obama también dijo: "estoy seguro de que cuando acabe mi presidencia, todavía van a haber partes en el mundo donde habrán guerras y nuevos conflictos. Lugares donde oprimen a su propia gente, pero no podemos resolver todos los problemas del mundo".

Creo que otros aspirantes a presidentes podrían aprender algo de su actitud.

Él se da cuenta de que hay "cosas que pasan" en el mundo en las que Estados Unidos no debería involucrarse.

Después de que la Unión Soviética se derrumbó, eliminando la principal limitación para el aventurerismo militar de Estados Unidos, se ha invadido a Bosnia, Kosovo, Somalia, Haití, Sudán, Afganistán, e Iraq.

Recordemos que antes de eso, George H W Bush invadió a Panamá, y Ronald Reagan llevó a cabo una invasión fallida en Granada, atacó a Libia, y tuvo que retirar las fuerzas estadounidenses del Líbano en desgracia. También trató de desestabilizar a los Sandinistas en Nicaragua.

Sólo cuando nos remontamos a las presidencias de Gerald Ford y Jimmy Carter podemos encontrar unas más sobrias y contenidas políticas exteriores que la del Presidente Obama.

No se equivoquen, Obama no es perfecto.

Pero George W. Bush fue un Presidente horrible, uno de los peores en la historia de los Estados Unidos. 

He dicho!