Por Aníbal E. Melo
Entrevista de Obama con Jorge Ramos
Campaña del 2008
Jorge Ramos y Obama |
Me cuento entre los que se
entusiasmaron con la elección de Barack Obama para Presidente de
Estados Unidos, especialmente viniendo después de George Bush Jr,
belicoso, fundamentalista y de poquísimas luces.
Esperaba que el nuevo Presidente, de
extracción humilde, afrodescendiente, nacido fuera del territorio continental y
evangélico convertido, actuase con más compasión y cumpliese con
sus promesas electorales sobre inmigración.
La reforma migratoria fue un componente
importante de la plataforma de campaña del entonces candidato Barack Obama. Se comprometió a asegurar la frontera, y a
proporcionar un camino a la ciudadanía para los inmigrantes
indocumentados.
Luego, la gran decepción! ... y claro, comencé a protestar.
Luego, la gran decepción! ... y claro, comencé a protestar.
En este blog, he escrito hasta el
cansancio, que siempre ha sido posible que el Poder Ejecutivo legalice la
situación de los no ciudadanos, sin la intervención del Congreso.
Mis propuestas de soluciones
administrativas son aún más relevantes ahora que el Presidente ha
decidido cambiar de curso.
Por los pasados tres años, Obama ha
basado su estrategia migratoria, en destruir la suposición de que
los republicanos tienen el monopolio en los intentos de criminalizar
todo el sistema de inmigración.
Siempre he sostenido que frente a la
oposición implacable de un Partido Republicano radicalizado, que le
ha declarado la guerra a los inmigrantes, la Administración Obama no
era impotente de actuar para ayudar a los ciudadanos que tienen familiares indocumentados.
Aparentemente, Obama y sus asesores,
pensaban que deportando a más de un millón de personas, la mayoría
de las cuales no tenían antecedentes penales o habían sido
condenadas sólo por delitos menores, podían sumar un puñado
de votos enemigos en las elecciones del próximo año.
Dije un puñado, ya que creo que se
pueden contar con los dedos de las manos.
A cambio de esta microscópica suma de
posibles nuevos votos, ¿A que ha renunciado Obama?
Sólo a unas pocas decenas de millones
de votos hispanos, y a unos cuantos cientos de miles de votos de las
minorías Asiáticas y demas.
Parece que el Presidente pensaba que
tenía a las minorías en su
bolsillo trasero y podía darse el lujo de deportar a unos cuantos
millones de inmigrantes, familiares de los votantes que él tanto
necesita para triunfar en las elecciones, a cambio de ganar unos pocos votos
anti-inmigrantes aquí y allá.
Ahora, debido a las fuertes protestas de los soñadores y otros defensores de los inmigrantes, asi como al resultado de las ültimas encuestas, el Presidente evidentemente, ha comenzado a pensar diferente sobre las consecuencias políticas de su equivocación en este tema.
De ahí, el memo electoral de ICE - Ooops!
Perdón, me refería al Memo de la
"discreción fiscal," de no seguir adelante con el proceso
de deportación de personas que no tienen antecedentes penales.
Si bien esto es ciertamente bienvenido,
y espero que pueda ayudar a algunas personas (toco madera, no sólo
con los dedos de las dos manos, sino también con los dedos de los
dos pies), creo que es un buen ejemplo de algo que es demasiado
poco y demasiado tarde - por lo menos en lo relativo a las
posibilidades de que dicha medida otorgue a Obama, nuevamente, la
confianza de los votantes de origen hispano y de los ciudadanos
miembros de otras minorías.
Pienso que aún debemos seguir
presionando al Presidente para conseguir todos los alivios, que tiene
la capacidad de conceder por ley.
Presumiblemente, nosotros los críticos
del Gobierno en este tema, tenemos menos de que quejarnos, después
de que el viernes 19 de agosto, el Presidente anunció un gran cambio
en la política de inmigración, al decir que la administración
podría permitir que muchos de los inmigrantes indocumentados que se
encuentran actualmente en procesos de deportación, podran permanecer
y vivir dentro de los Estados Unidos.
¿Será que el presidente Obama
finalmente ha despertado a la realidad de que él no tiene ninguna
oportunidad de ganar un segundo mandato sin el apoyo de los votantes
de las comunidades inmigrantes?
Si no hay reducciones inmediatas y
drásticas en los números de las deportaciones, no importa lo que
pase con la economía o con cualquier otra cuestión, si es por los
inmigrantes, Barack Obama probablemente va a acabar como Presidente
de un sólo término.
En un momento en que el Congreso está en un punto muerto, el Presidente ha reconocido que 12 + millones de personas no pueden ser deportados, y ha decidido utilizar su poder ejecutivo para aprovechar mejor los recursos, las energías y mejorar los sueños de las personas que en última instancia, con su trabajo duro, pueden beneficiar a los Estados Unidos.
Más problemático en esta etapa de la
nueva política, son los casos de las personas que no se encuentran
en deportación, sino en "limbo legal."
John Morton, Director de ICE |
Me refiero a los indocumentados que aún no han caido bajo el radar de ICE.
No se debe alentar un efecto perverso
de que estas personas salgan del closet y traten de que se les inicie
un proceso de deportación, exclusivamente para poder ser
considerados bajo la Discreción Fiscal.
Pienso que el siguiente paso lógico de
la Administración Obama debe ser la concesión de "acción
diferida, parole y permiso de trabajo", para todas las personas
que cumplan con los criterios de baja prioridad de deportación.
El Presidente tiene el poder de ejercer
esa facultad discrecional en virtud de las disposiciones vigentes en
la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
En mi blog he sido un firme partidario
de que el Presidente, si desea reelegirse en el 2012, debe esbozar un plan para otorgar a las personas
indocumentadas algunos "amparos administrativos."
Los críticos del uso de la "discreción
fiscal" sostendrán de todas maneras, que el Presidente no es
fiel en la aplicación de la ley.
La razón por la que existe una enorme población de personas indocumentadas en Estados Unidos, se debe a que las leyes vigentes son obsoletas e incapaces de proporcionar las soluciones necesarias para desenredar este embrollo.
Por otra parte, el Presidente no le
está pasando por encima al Congreso mediante la implementación de
la Discreción fiscal.
En el ejercicio de su cargo, Obama
puede abstenerse de deportar a más trabajadores, y a usar el
poder de la ley para otorgar todos los beneficios administrativos
posibles en favor de seres humanos indefensos.
Eso si, debemos de prepararnos para la
reacción de Steve King, Lamar Smith y sus aliados nativistas en el
Senado, que es casi seguro, que van amenazar con usar el poder del
dinero para frenar estas iniciativas reguladoras.
De todas formas, el objetivo de este
escrito, es decir que estas acciones son positivas y refrescantes, y
demuestran que Obama puede, por fín, haber entrado en razón.
Hasta que tengamos una nueva ley, la
justicia tendrá que ser sacada con lo que tenemos ahora.
El hecho de que el Congreso no actúe,
no significa que el sueño está muerto, sino que simplemente se ha
retrasado.
Mientras, ocupemosnos de su realización
por otros medios.