sábado, 20 de agosto de 2011

Reflexiones Sobre Inmigración Y Reelección De Obama

                                                                                                         


Por Aníbal E. Melo
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"No puedo garantizar que va a ser en los primeros 100 días, pero lo que puedo garantizar es que vamos a tener en el primer año una nueva ley de inmigración, que apoyo firmemente y que estoy promoviendo. Quiero que suceda lo más rápido posible."

Entrevista de Obama con Jorge Ramos
Campaña del 2008


Jorge Ramos y Obama
Me cuento entre los que se entusiasmaron con la elección de Barack Obama para Presidente de Estados Unidos, especialmente viniendo después de George Bush Jr, belicoso, fundamentalista y de poquísimas luces.


Esperaba que el nuevo Presidente, de extracción humilde, afrodescendiente, nacido fuera del territorio continental y evangélico convertido, actuase con más compasión y cumpliese con sus promesas electorales sobre inmigración.

La reforma migratoria fue un componente importante de la plataforma de campaña del entonces candidato Barack Obama. Se comprometió a asegurar la frontera, y a proporcionar un camino a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados.

Luego, la gran decepción!  ... y claro, comencé a protestar.


En este blog, he escrito hasta el cansancio, que siempre ha sido posible que el Poder Ejecutivo legalice la situación de los no ciudadanos, sin la intervención del Congreso.


Mis propuestas de soluciones administrativas son aún más relevantes ahora que el Presidente ha decidido cambiar de curso.

Por los pasados tres años, Obama ha basado su estrategia migratoria, en destruir la suposición de que los republicanos tienen el monopolio en los intentos de criminalizar todo el sistema de inmigración.

Siempre he sostenido que frente a la oposición implacable de un Partido Republicano radicalizado, que le ha declarado la guerra a los inmigrantes, la Administración Obama no era impotente de actuar para ayudar a los ciudadanos que tienen familiares indocumentados.

Aparentemente, Obama y sus asesores, pensaban que deportando a más de un millón de personas, la mayoría de las cuales no tenían antecedentes penales o habían sido condenadas sólo por delitos menores, podían sumar un puñado de votos enemigos en las elecciones del próximo año.

Dije un puñado, ya que creo que se pueden contar con los dedos de las manos.

A cambio de esta microscópica suma de posibles nuevos votos, ¿A que ha renunciado Obama?

Sólo a unas pocas decenas de millones de votos hispanos, y a unos cuantos cientos de miles de votos de las minorías Asiáticas y demas.

Parece que el Presidente pensaba que tenía a las minorías  en su bolsillo trasero y podía darse el lujo de deportar a unos cuantos millones de inmigrantes, familiares de los votantes que él tanto necesita para triunfar en las elecciones, a cambio de ganar unos pocos votos anti-inmigrantes aquí y allá.



Ahora, debido a las fuertes protestas de los soñadores y otros defensores de los inmigrantes, asi como al resultado de las ültimas encuestas, el Presidente evidentemente, ha comenzado a pensar diferente sobre las consecuencias políticas de su equivocación en este tema.

De ahí, el memo electoral de ICE - Ooops!

Perdón, me refería al Memo de la "discreción fiscal," de no seguir adelante con el proceso de deportación de personas que no tienen antecedentes penales.

Si bien esto es ciertamente bienvenido, y espero que pueda ayudar a algunas personas (toco madera, no sólo con los dedos de las dos manos, sino también con los dedos de los dos pies), creo que es un buen ejemplo de algo que es demasiado poco y demasiado tarde - por lo menos en lo relativo a las posibilidades de que dicha medida otorgue a Obama, nuevamente, la confianza de los votantes de origen hispano y de los ciudadanos miembros de otras minorías.

Pienso que aún debemos seguir presionando al Presidente para conseguir todos los alivios, que tiene la capacidad de conceder por ley.

Presumiblemente, nosotros los críticos del Gobierno en este tema, tenemos menos de que quejarnos, después de que el viernes 19 de agosto, el Presidente anunció un gran cambio en la política de inmigración, al decir que la administración podría permitir que muchos de los inmigrantes indocumentados que se encuentran actualmente en procesos de deportación, podran permanecer y vivir dentro de los Estados Unidos.

¿Será que el presidente Obama finalmente ha despertado a la realidad de que él no tiene ninguna oportunidad de ganar un segundo mandato sin el apoyo de los votantes de las comunidades inmigrantes?

No estoy seguro de que hay tiempo suficiente para que él pueda superar todo el terrible daño que se ha infligido a sí mismo en los pasados tres años al complacer los deseos de los votantes intolerantes y anti-inmigrantes para tratar de obtener un número muy pequeño de sus votos.

Si no hay reducciones inmediatas y drásticas en los números de las deportaciones, no importa lo que pase con la economía o con cualquier otra cuestión, si es por los inmigrantes, Barack Obama probablemente va a acabar como Presidente de un sólo término.

En un momento en que el Congreso está en un punto muerto, el Presidente ha reconocido que 12 + millones de personas no pueden ser deportados, y ha decidido utilizar su poder ejecutivo para aprovechar mejor los recursos, las energías y mejorar los sueños de las personas que en última instancia, con su trabajo duro, pueden beneficiar a los Estados Unidos.

Más problemático en esta etapa de la nueva política, son los casos de las personas que no se encuentran en deportación, sino en "limbo legal."
John Morton, Director de ICE 

Me refiero a los indocumentados que aún no han caido bajo el radar de ICE.

No se debe alentar un efecto perverso de que estas personas salgan del closet y traten de que se les inicie un proceso de deportación, exclusivamente para poder ser considerados bajo la Discreción Fiscal.

Pienso que el siguiente paso lógico de la Administración Obama debe ser la concesión de "acción diferida, parole y permiso de trabajo", para todas las personas que cumplan con los criterios de baja prioridad de deportación.

El Presidente tiene el poder de ejercer esa facultad discrecional en virtud de las disposiciones vigentes en la Ley de Inmigración y Nacionalidad.

En mi blog he sido un firme partidario de que el Presidente, si desea reelegirse en el 2012, debe esbozar un plan para otorgar a las personas indocumentadas algunos "amparos administrativos."

Los críticos del uso de la "discreción fiscal" sostendrán de todas maneras, que el Presidente no es fiel en la aplicación de la ley.

La razón por la que existe una enorme población de personas indocumentadas en Estados Unidos, se debe a que las leyes vigentes son obsoletas e incapaces de proporcionar las soluciones necesarias para desenredar este embrollo.

Por otra parte, el Presidente no le está pasando por encima al Congreso mediante la implementación de la Discreción fiscal.

En el ejercicio de su cargo, Obama puede abstenerse de deportar a más trabajadores, y a usar el poder de la ley para otorgar todos los beneficios administrativos posibles en favor de seres humanos indefensos.

Eso si, debemos de prepararnos para la reacción de Steve King, Lamar Smith y sus aliados nativistas en el Senado, que es casi seguro, que van amenazar con usar el poder del dinero para frenar estas iniciativas reguladoras.

Sea fuerte y valiente! Sr. Presidente, que esté cerca su pluma para un posible Veto.

De todas formas, el objetivo de este escrito, es decir que estas acciones son positivas y refrescantes, y demuestran que Obama puede, por fín, haber entrado en razón.

Hasta que tengamos una nueva ley, la justicia tendrá que ser sacada con lo que tenemos ahora.

El hecho de que el Congreso no actúe, no significa que el sueño está muerto, sino que simplemente se ha retrasado.

Mientras, ocupemosnos de su realización por otros medios.