jueves, 18 de agosto de 2011

Derechos De Los Inmigrantes y Advertencia Miranda

                                                                                                         
Por Aníbal E. Melo

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"Usted tiene el derecho de guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra. Usted tiene derecho a tener un abogado presente. Si no puede pagar un abogado, el estado le proporcionará uno."

                                                                                                 Advertencia Miranda 


Ernesto Arturo Mirranda
En 1963, Ernesto Arturo Miranda fue detenido por secuestro y violación, lo cual él confesó sin ninguna advertencia de su derecho constitucional a guardar silencio, o su derecho de tener un abogado presente.

En el juicio, el Fiscal ofreció sólo su confesión como prueba y él fue condenado.



Luego, en el 1966, la Corte Suprema resolvió, en el caso "Miranda vs. Arizona," que el condenado fue intimidado durante su interrogatorio y que él no entendió su derecho a no incriminarse ni su derecho de tener un abogado.

Sobre esas bases, la Corte revocó el fallo anterior.

Suprema Corte de Estados Unidos
Mas tarde, Miranda fue condenado en un nuevo juicio, donde testigos declararon en su contra y se presentaron pruebas de su culpabilidad.


Cumplió 11 años de carcel.





Irónicamente, Miranda fue asesinado en una pelea, y a su homicida se le leyeron los derechos Miranda, a los cuales invocó, para no tener que declarar.

En el año 2000, el uso de los Derechos Miranda volvió a ir ante la Corte Suprema, en el caso "Dickerson Vs. Estados Unidos." El tribunal reafirmó el rol del precedente anterior.

La Corte Suprema no especificó las palabras exactas que se debían usar para informar a un sospechoso sobre sus derechos. Sin embargo, dejaron unas reglas que deben servir como guía.


El fallo establece que:

"... A la persona en custodia se le debe, previo a su interrogatorio, ser claramente informado de su derecho a guardar silencio, y de que todo lo que diga será usado en su contra en un tribunal. Se le debe, claramente informar de que tiene el derecho de consultar con un abogado y a tenerlo presente durante todo el interrogatorio, y que, si es indigente, un abogado le será asignado sin costo por el estado para representarlo".


Desde entonces las Cortes han fallado que dicha "advertencia" es significativa, por lo que es usual que al imputado se le pregunte si entendió sus derechos. Algunas veces, se requiere una respuesta firme como un "sí".


El silencio de un arrestado no es señal de que entendió.


Inmigrante Arrestado
Ha habido fallos en los que las pruebas se han declarado inadmisibles debido al pobre conocimiento del inglés del imputado al momento de su arresto y al hecho de que el oficial que lo detuvo no pudo comunicarle la advertencia en su propio idioma.


Pero qué sucede cuando los agentes federales de inmigración toman a un extranjero en custodia?

De acuerdo con una curiosa decisión emitida la semana pasada por la Junta de Apelaciones de Inmigración, a los inmigrantes aún se les debe informar de sus limitados derechos.

Sin embargo, a diferencia de a los presuntos delincuentes, quienes deben recibir las advertencias antes de que comience su interrogatorio, los inmigrantes detenidos sin orden judicial no necesitan ser informados de sus derechos hasta después de que su interrogatorio ha terminado, y de que los procedimientos formales de deportación en su contra han iniciado.

Si se está rascando la cabeza ahora mismo, no está solo.


Departamento De Justicia
La lectura de los derechos de los inmigrantes después de su interrogatorio, determina no sólo que las "Advertencias Miranda", prácticamente, no tienen sentido, sino que anima a los agentes de inmigración a explotar la falta de familiaridad de los extranjeros con el sistema legal de Estados Unidos.


Para aclarar, según la Junta de Apelaciones de Inmigración, los no ciudadanos que enfrentan deportación no tienen los mismos derechos que los presuntos delincuentes ciudadanos frente a la posibilidad de ir a la cárcel.


Los no ciudadanos, no tienen derecho a un juicio con jurado. A algunos se les niega la audiencia de fianza. A menudo son enviados a estados lejanos del lugar de su detención. Y el gobierno no asigna abogados a los inmigrantes que no pueden pagar uno.


Sin embargo, hasta la semana pasada, las personas sujetas a arrestos sin orden judicial por agentes federales de inmigración tenían el derecho de saber, aún antes del interrogatorio de su derecho a contratar a un abogado privado, y a conocer que cualquier declaración podría ser posteriormente usada en su contra.

Aunque menos completa, la advertencia "Miranda," sirve al mismo propósito básico: Evitar que los agentes del gobierno consigan confesiones de culpabilidad inconscientes o involuntarias.

Erick Holder, Fiscal General
En el futuro, las consecuencias de la decisión de la Junta, la semana pasada, serán drásticas, tanto para los inmigrantes como para el gobierno.
 
Los inmigrantes detenidos serán menos propensos a hacer valer realmente su derecho a guardar silencio o pedir que un abogado esté presente durante su interrogatorio.




Mientras tanto, los abogados de inmigración tendrán más razones para argumentar que las declaraciones de sus clientes se obtuvieron de forma ilegal, y los jueces de inmigración, a su vez se enfrentarán a mayores dificultades para determinar si tales declaraciones pueden ser admitidos o no en el tribunal.

Como el más alto tribunal de inmigración administrativo de la nación, la Junta de Apelaciones de Inmigración establece las reglas que todos los jueces de inmigración deben seguir y respetar.


Aunque sus miembros son nombrados directamente por el Fiscal General y son considerados parte del Departamento de Justicia, el Consejo adopta sus decisiones de manera independiente sin la influencia de funcionarios superiores.


Mientras que la Administración Obama no es responsable de la decisión de la Junta De Apelaciones de Inmigración, tiene el poder y el deber de arreglarla.


Bajo las regulaciones federales, el Fiscal General puede optar por revisar cualquier decisión de la Junta.



Las administraciones anteriores han usado este poder para darle a los inmigrantes algunos derechos, claro, siempre menores que los otorgados a los presuntos delincuentes ciudadanos, por lo que esa decisión, ofrece una oportunidad perfecta para que el Presidente Obama cree un campo de juego más justo y equitativo para  todos los inmigrantes.