jueves, 5 de mayo de 2011

Estado de Derecho y Muerte de Osama Bin Laden

                                                                                          
Por Aníbal E. Melo


"La esencia de esta tragedia, me parece, deriva de una ausencia fundamental de empatía por parte de los atacantes. De su incapacidad de imaginar, o conectar con la humanidad y el sufrimiento de los demás. Tal falta de empatía, no es innata, ni la historia nos dice, que es única de una cultura determinada religión o etnia ....

Habrá que asegurarse de que, a pesar de nuestra rabia, cualquier acción militar de Estados Unidos tenga en cuenta la vida de civiles inocentes en el extranjero. Tenemos que ser firmes en la oposición a la intolerancia o la discriminación contra los vecinos y amigos del Medio Oriente. Por último, tendremos que dedicar mucho más atención a la monumental tarea de elevar las esperanzas de los niños de todo el mundo. Los niños no sólo del Medio Oriente, de África, Asia, América Latina y Europa, sino también de los nuestros".
                                 Barack Obama
                                  Hyde Park Herald, 2001

 
El domingo, 1 de mayo, el presidente Obama anunció el ajusticiamiento de Osama Bin Laden, el connotado terrorista de Al-Qaida que ideó los ataques del 11 de septiembre del 2001.

Mientras que la reacción predominante de todo el mundo ha sido de alivio y alegría, la muerte de Bin Laden nos recuerda cuán grande fue el impacto de esos ataques sobre este país y su forma de percibir y tratar a los demás.

En el 2001, ya Estados Unidos estaba lidiando con el tema de la inmigración, y luego... 9/11, que provocó una importante revisión de legislaciones que impusieron restricciones estrictas en materia de inmigración y le dió al gobierno mucho mayor poder para violar los derechos de los ciudadanos y de los visitantes a este país.

Estados Unidos, esencialmente, creo una política nacional y exterior más agresiva.

Al momento de los ataques, Barack Obama era un político local sólo conocido en Chicago, desconocido para el mundo. Él escribió los parrafos con los que he iniciado este artículo para un periódico local de Chicago, donde reaccionó a los trágicos acontecimientos y propuso un enfoque prudente de las posibles repercusiones.

El énfasis de Obama de controlar nuestra rabia y de no utilizar la discriminación, como una forma de culpar a ciertos grupos de los ataques, ahora parece profético.

Durante los últimos diez años, hemos sido testigos de leyes de inmigración cada vez más estrictas, de la disolución constante de los derechos civiles y de actitudes de rechazo hacia las comunidades de inmigrantes, especialmente de los hispanos, musulmanes-americanos y asiáticos.

Los riesgos y la reacción que predijo Obama se materializaron en la última década y han colocado a los Estados Unidos en una encrucijada que impactará fuertemente el futuro de América.

Los ataques terroristas de Bin Laden, cambiaron el tema de la inmigración en los Estados Unidos de manera espectacular, desatando una ola de nuevas legislaciones y el endurecimiento de las ya existentes.

Si esbozó algunas de las formas en que Osama Bin Laden alteró el sistema de inmigración, quizás el más notorio, es el establecimiento de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), responsable del creciente número de deportaciones, así como la ahora cancelada Iniciativa de Frontera Segura o valla virtual que estaba prevista para toda la frontera México-Estados Unidos.

Por su parte, la erosión de los derechos fundamentales se aceleró con la Ley Patriota, que amplió considerablemente la capacidad del gobierno para llevar a cabo mayor vigilancia sobre los estadounidenses.

Las llamadas para una Reforma Integral de Inmigración se han intensificado en los últimos años, lo que hace aún más urgente el abordar los derechos de los inmigrantes que no tienen antecedentes penales y están trabajando duro para ser parte de la sociedad estadounidense.

Otro aspecto del debate, es la degradación de los derechos en general. Y es que mientras la tragedia del 9/11 hizo que el gobierno hiciese cumplir legislaciones más estrictas, uno de los efectos secundarios ha sido el descuido de las condiciones de los trabajadores inmigrantes.

Por desgracia, este tipo de situaciones existen en la actualidad y el hecho de que la servidumbre forzosa de trabajadores inmigrantes sigue, demuestra que es necesario tomar medidas para restaurar los derechos humanos básicos de todos.

Así, mientras el mundo celebra el fin de un genocida, hay que recordar que más que la celebración de una muerte, debemos aprovechar esta oportunidad para trabajar hacia una paz duradera y en pos del respeto de los derechos fundamentales de todos, sin distinción de raza, etnia, religión u origen.

Osama Bin Laden causó muchos estragos en todo el mundo llevándose consigo un sin número de vidas inocentes, pero dejar que sus acciones sean utilizadas como razón para la disolución del respeto y de los derechos de la gente, simplemente no puede justificarse.