Por Aníbal E. Melo
La naturalización y las tasas de registro de votantes se han
disparado en los últimos meses, pero nuevas y restrictas leyes en muchos Estados
están amenazando con reducir el número de votantes hispanos a quienes se les
permitirá emitir su voto en Noviembre por primera vez.
Más de 185,000 solicitudes de ciudadanía fueron presentadas
en los últimos tres meses del 2015, lo que supone un incremento del 14 por
ciento respecto del 2014 y de un 8% en comparación con el mismo periodo de cara
a las elecciones del 2012.
Expertos atribuyen el aumento de la naturalización a la
retórica política anti-inmigrante de Donald Trump.
Sin embargo, un nuevo informe de la Asociación Nacional de
Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO) constata que ocho millones de
votantes latinos podrían verse afectados por las nuevas restrictivas leyes de
voto.
En primer lugar, en 2013 el Tribunal Supremo invalidó una
disposición de la Ley de Derecho al Voto que obligaba a ciertos Estados con historia
de discriminación a obtener "pre-autorización" del Departamento de
Justicia para hacer cualquier modificación a sus leyes electorales.
De acuerdo con NALEO, aproximadamente 8 millones de votantes
latinos viven en jurisdicciones que ya no necesitan el visto bueno del Gobierno
Federal a pesar de que tienen historias de prácticas electorales discriminatorias.
A nivel estatal, diecinueve estados han promulgado o puesto
en práctica nuevas leyes restrictivas desde el 2012, que harán que sea más
difícil para algunos votantes emitir su voto en el 2016.
Ocho estados tienen leyes que obligan a los votantes a tenerse
que registrar con mucha antelación a la fecha electoral, que restringen la
participación de voluntarios para ayudar con los esfuerzos de registro de
votantes, o que requieren documentación adicional.
Seis Estados tienen leyes que hacen más difícil votar al acortar
los períodos de votación anticipada.
Otros seis han impuesto restricciones a la votación en
ausencia.
Por último, nueve Estados han aprobado leyes de
identificación que requieren a los potenciales votantes el presentar ciertos
documentos que prueben su ciudadanía, ya sea para registrarse o para votar.
Múltiples estudios han encontrado que los latinos y otras
minorías tienen menos probabilidades de poseer algunos de las nuevas pruebas
exigidas.
Todas estas restricciones son evidencia sólida de que un
colosal fraude electoral puede estarse cocinando.
Se estima que más de 875,000 latinos en 19 Estados podrían
verse gravemente impedidos de participar en la elección presidencial, en
momentos en que se espera que más de 13.1 millones de votantes latinos vayan a
las urnas en el 2016, …cifra histórica.
Y mientras que los latinos y otros ciudadanos quieren ejercer
su derecho constitucional al voto en las próximas elecciones, muchos en la ultra
derecho no desean que esas voces sean escuchadas y esos votos morenos sean contados.
Las barreras a la participación ciudadana plena son
extremadamente problemáticas y deben de ser enfrentadas por todos.
Pilas…!