Por Aníbal
E. Melo
Pienso que la
salida del Reino Unido de la Unión va a tener consecuencias migratorias de
amplio alcance en Europa.
En primer
lugar, inmigración fue la plataforma de la campaña "Brexit": Mejor
control de quién entra en el Reino Unido.
Su mantra es
limitar la entrada de trabajadores de otros países y el retomar el control
sobre la aceptación y la proyección de los refugiados en el Reino Unido.
Pero habrá
otras consecuencias.
Alrededor de
1.3 millones de ciudadanos del Reino Unido actualmente residen y trabajan en
toda Europa.
Esos
individuos, de ahora en adelante, deberán o bien obtener algún tipo de permiso
de trabajo en su país de residencia o volver al Reino Unido.
La salida
también afectará a tres millones de ciudadanos de la UE que trabajan
actualmente en el Reino Unido.
Ellos
también necesitarán nuevas residencias y permisos de trabajo.
Por lotro
lado, está el tema de Escocia.
Los votantes
escoceses favorecen en gran medida permanecer en la UE.
Por lo que
la salida del Reino Unido de la UE puede significar tener que celebrar un nuevo
Referéndum sobre la Secesión de Escocia del Reino Unido.
Eso, por
supuesto, daría lugar a toda una serie de nuevos otros problemas.
Y mientras
que el liderazgo de la UE ha pedido públicamente al Reino Unido el efectuar su
retirada "tan pronto como le sea posible," el primer Ministro Cameron
no va a retirarse hasta el otoño, y es muy probable que no será hasta entonces
que el Reino Unido va a presentar un plan oficial acerca de cómo salir de la
UE.
De lo que sí podemos estar seguros, es de que estos cambios crearán una pleyade de cuestiones
desordenadas en el ambito de inmigración.