Aníbal E. Melo
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AnibalMelo@yahoo.com
Cuando CIR despejó el Senado en Junio
del 2013, un pequeño grupo que habita dentro del Partido Republicano
se puso inmediatamente a trabajar para socavar la Reforma Migratoria
en la Cámara de Representantes.
Y ganaron!
Con una serie de argumentos mordaces,
los anti-inmigantes, presentaron como en una novela, sus excusas para
matarla.
Uno de sus argumentos fue, que no era
el momento - en gran medida - por que el Partido Republicano tenía
que afianzar el voto de los blancos y que de todas formas los votos
de los hispanos no les pertenecen.
Es por eso, que lo que ellos decían en
el verano del 2013, todavía importa.
En momentos en que el liderazgo
republicano de la Cámara trata de revitalizar el debate sobre la
Reforma de Inmigración, esos señores están de vuelta en sus
esfuerzos para socavarla.
En mi opinión, esas personas,
están asesinando no sólo a la Reforma Migratoria, sino también al
Partido Republicano.
Esos grupos, insultan a los conservadores y a los libertarios que
apoyan a los inmigrantes, y sugieren que esa, supuesta "ala
liberal republicana", va a tirar las elecciones del 2014 por la borda, si esos
"principios migratorios" son promulgados en ley.
Y es que al parecer, los que apoyan la
Reforma de Inmigración no son tan Republicanos como ellos.
Sus puntos de vista sobre los que
pueden ser parte de ese Partido, no incluyen a nadie excepto a los hombres blancos, racistas, sureños, evangélicos y ricos.
Aparentemente en el norte moderado, no
hay conservadores ni libertarios, ya que esas denominaciones son reservadas para los anti-inmigrantes del Sur.
Ni siquiera el análisis
"costo-beneficio" de la Reforma Migratoria realizado por la "Cámara de Comercio", es tomado en cuenta por ellos, que no creen que
los intereses de las empresas respecto de este tema, deben ser
escuchados.
Obviamente el Tea Party y sus cohortes
están de acuerdo con eso.
Insisten en que es más inteligente
esperar hasta el 2015, la misma estratagema utilizada el año pasado para matar la reforma
de inmigración sin importar los costos electorales a largo plazo para el Partido
Republicano.
Muchos de ellos son hombres
brillantes, observadores astutos de la escena política nacional,
pero están equivocados en su receta de inmigración para el Partido
Republicano.
Y es que para que sus candidatos sean
ganadores, necesitan construir la coalición política más grande
que se pueda erigir.
Y una coalición sin inmigrantes, no es una que puede ser sostenible en la América del Siglo
21.
En el tema de inmigración, soy
ferozmente no partidista - o, sería más exacto decir que soy
ferozmente bipartidista.
Creo que el sistema bipartidista que
Estados Unidos ha desarrollado es uno de los pilares de esta gran
República, por lo tanto, veo las acciones suicidas que puedan
realizar cualquiera de los dos Partidos con mucho recelo.
De ahí, mi vitriolo contra los que
dentro del Partido Republicano desean gobernar utilizando una agenda
llena de odio y exclusión.
Pienso que ha llegado la hora de que
los verdaderos republicanos, le recuerden a sus amigos
anti-inmigrantes del Tea Party, que sus posiciones son
anti-estadounidenses y anti-republicanas.
Deben decirles, que si a ellos no les
gustan los latinos, deben abandonar al Partido
Republicano y formar tienda aparte.