AnibalMelo@Yahoo.com
El horrible tiroteo de la pasada semana en la Sandy Hook
Elementary School de Newtown, Connecticut, ha
sido un nuevo recordatorio de que las leyes estadounidenses de
control de armas son de las más flojas del mundo desarrollado y de que
nuestra tasa de asesinatos relacionados con las mismas es
alarmantemente alta.
Además, en un caso como el de Connecticut, en el que la mayor parte de las víctimas fueron niños, todos los argumentos se tornan inútiles.
Y pienso, ¿qué esta pasando en Estados
Unidos?
Es por eso que me surge una inevitable pregunta. ¿Cambiará algo esta tragedia?
La respuesta por lo general es... NO.
Pero esta vez, ...quizás, ... sólo quizás.
Pero esta vez, ...quizás, ... sólo quizás.
¿Es justo señalar a las armas como las
únicas responsables de estos sucesos sangrientos que se producen con tanta
frecuencia en Estados Unidos?
Para mi es difícil establecer una
causa única, ya que pienso que son variados los factores que aumentan la
probabilidad de que alguien cometa un acto así.
Pero lo que hay que ver es en qué
medida esos elementos confluyen en una situación determinada.
En este punto, muchos añaden a la
discusión, el sistema de salud mental estadounidense, que dicen recibe poca atención e insuficientes recursos por parte del gobierno federal.
Ahí es donde comienza el agrio debate
entre quienes creemos que se debe implantar un mayor control sobre el
acceso a las armas y quienes consideran que la reflexión debe ser
más profunda y enfocarse en por qué este tipo de matanzas
colectivas se dan más aquí que en otros países.
Es alarmante, que de los 23 países mas
ricos del mundo, los ciudadanos de los Estados Unidos tienen 20 veces
más probabilidades de morir por causa de un disparo, que los de los
otros 22.
Con casi un arma de fuego por persona,
la tasa de propiedad de armas letales en Estados Unidos es la más
alta del mundo.
Y pienso, ¿qué pasa con los países
que estan en el otro extremo del espectro?
Por ejemplo con ¿Japón?
Japón es quizás el país del mundo
desarrollado más estricto en el control de armas.
En el 2008, los Estados Unidos tuvo más
de 12 mil homicidios por armas de fuego.
En todo Japón se experimentó tan sólo
11, menos de los que murieron en segundos en el tiroteo de
Connecticut.
Y ese fue un mal año para Japón.
El 2006 vió la asombrosa cantidad de 2 asesinatos por armas, y cuando ese número aumentó a 22 en el 2007, se convirtió en un escándalo nacional.
El 2006 vió la asombrosa cantidad de 2 asesinatos por armas, y cuando ese número aumentó a 22 en el 2007, se convirtió en un escándalo nacional.
En comparación, también en ese mismo
año, 587 estadounidenses fueron asesinados con armas que se
dispararón accidentalmente, y nadie dijo nada.
Que diferencia!
Y es que casi nadie en Japón posee un
arma de fuego.
La mayoría, son ilegales, y las
legales tienen restricciones onerosas sobre su compra, almacenamiento
y mantenimiento de licencias.
Si un japoneses utiliza un arma,
estaría violando tres leyes distintas de Japón: El porte de un arma
de fuego, la posesión de balas sin licencia, y otra violación si la
dispara.
Para que tengamos una idea de lo
estrictas que son sus leyes, digamos que "el porte ilegal", por
ejemplo, se castiga con entre uno y diez años de cárcel.
Las armas están prohibidas
absolutamente, y punto.
Desde el 1971, en Japón, es ilegal
comprar, vender o transferir hasta los Rifles de pequeño calibre.
A cualquier persona que poseía un
rifle antes de esa fecha se le permitió mantenerlo, pero sus
herederos están obligados a entregarlo a la policía una vez que el
propietario muere.
Las armas que los ciudadanos japoneses
pueden legalmente comprar y usar son las escopetas y los rifles de
"aire".
Y no es muy fácil, es un proceso complicado.
Para conseguir un arma en Japón, hay
que asistir a una clase durante todo un día y pasar un examen
escrito que se lleva a cabo sólo una vez al mes.
También se debe tomar y aprobar clases de tiros.
A continuación, se debe ir a un
hospital para hacerse un examen mental y de drogas que deberá
presentarse por ante la policía.
Luego, debe pasarse una rigurosa
verificación de antecedentes que incluye todo el historial criminal
y cualquier asociación con grupos extremistas.
Por último, hay que proporcionarle a
la policía la documentación sobre la clara ubicación específica en que estara el arma, así como de la munición, las cuales deben quedar
encerradas y almacenadas por separado dentro de la casa.
Es entonces, cuando un japones puede comprar y
ser el nuevo propietario de una escopeta o rifle de "aire".
Para más seguridad, la policía inspecciona el arma una vez
al año y se debe volver a tomar la clase y el examen para la
licencia cada tres años.
Si vemos, la estructura más básica para
convertirse en un propietario de armas en Japón, es casi el polo
opuesto de la de Estados Unidos.
La ley estadounidense de armas comienza
con la afirmación de la 2da Enmienda de la Constitución sobre el
"derecho del pueblo a poseer y portar armas".
La ley japonesa, sin embargo, indica
que: "Ninguna persona podrá poseer un arma de fuego o armas de
fuego o una espada o espadas", para luego añadir unas pocas
excepciones.
En otras palabras, la ley
estadounidense está diseñada para facilitar y consagrar el acceso a
las armas de fuego, mientras que la de Japón comienza con la premisa
de que estan proscritas.
Por supuesto, entiendo que Japón y los
Estados Unidos están separados por un gran número de otras
diferencias culturales e históricas que van más alla de las
políticas sobre las armas de fuego.
Los japoneses están mucho más dispuestos que sus
contrapartes estadounidenses a dar su consentimiento para búsquedas
y contestar preguntas de la policía.
Recordemos que en Japón, la policía
no portaba armas de fuego hasta el 1946, momento en que las
autoridades de ocupación estadounidenses ordenarón que las
portasen.
Por otro lado, la policía japonesa
recibe más horas de formación que sus homólogos estadounidenses,
tienen prohibido llevar armas fuera de servicio, e invierten horas en
estudio de artes marciales, en parte, debido a que se espera que las
armas se utilicen sólo en las más raras de las circunstancias.
La forma japonesa y norteamericana de
pensar acerca de la delincuencia, la privacidad, y la policía son
tan diferentes, que es funcionalmente imposible compararlas.
Pero no puedes matar a alguien con un
arma si no la tienes disponible, y seguramente no es sólo la
disponibilidad de las mismas, sino toda una cultura que modela el uso
de las armas como solución a los problemas lo que fomenta que
sucedan estas masacres.
Pienso que en Estados Unidos, el
individualismo y la fascinación por las armas se unen para conformar
un caldo de cultivo en el que pueden aparecer figuras como la de los
autores de los ya tristes, famosos y frecuentes tiroteos letales.
En un país con más de 300
millones de habitantes, es arriesgado generalizar y concluir que
estas matanzas son síntomas de una sociedad enferma, pero la cultura estadounidense tiene
elementos, que glorifican la violencia como solución, y que
seguro hacen que estos eventos sean mas probables en este país.
No sé si es una característica de una
sociedad loca, un reflejo de su historia, culpa de los padres o de los políticos.
Pero mientras tanto lo que me sale de la boca ahora es decir, ...bueeeeno!