viernes, 27 de enero de 2012

La Política Es Un Arte Del Carajo…Hay Que Darle Las Nalgas Al De Arriba y Picárselas Al De Abajo!

                                                                                                         
Por Aníbal E. Melo

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Si queremos entender realmente qué tan dramáticamente la distribución de la riqueza y el ingreso en los Estados Unidos han cambiado en los últimos cincuenta años, uno tiene que estudiar y comprender los datos del IRS y del Censo o, podemos tomar una ruta más corta.

Simplemente podemos considerar la historia financiera de la familia de Mitt Romney, uno de los hijos favoritos de Wall Street, y aspirante a la nominación presidencial republicana en el 2012.

La historia financiera de Romney encapsula, en el lapso de una generación, casi todas las tendencias que han dominado en esta época, la más injusta, en la historia de Estados Unidos.

Todos los grandes favores del gobierno, ahora son para los ricos, pero la presión es para la clase media y para la clase más pobre.

Pienso que es un asalto a mano armada a millones de honrados trabajadores.

Mitt Romney, parece tener muy poco interés en contar su verdadera historia - o discutir cualquier cosa acerca de desigualdad. "No creo", ha dicho, "en esa tontería de que hay dos Américas".

Lo bueno, es que no necesitamos a Mitt para narrar la historia de la evolución de la fortuna financiera de su familia.

Los detalles están asentados en el registro público.

Esta historia comienza en el 1954, año en que el padre de Mitt, George se convirtió en el Presidente Ejecutivo de American Motors, empresa de nueva creación que acababa de salir de lo que se calificaba, en esa época, como la fusión corporativa más grande en la historia empresarial de los Estados Unidos.

Ese nuevo puesto ejecutivo de George Romney, como es lógico, rápidamente catapultó a la familia de Romney para pertenecer a la élite económica del país, los más ricos, o a los del 0.01 por ciento.

Pero he aquí lo sorprendente, el nuevo estatus de George Romney no lo hizo super-rico.

De hecho, como Ejecutivo superior de American Motors, George Romney nunca ganó más de $225,000 dólares al año.

Su ingreso anual total en esos años – las ganancias de su salario en la industria del automóvil, junto a las ganancias de sus inversiones personales – fue en promedio de sólo $275.000. Eso es $1.8 millones en dólares de hoy, suma ni siquiera cercana a los $10 millones que un ejecutivo de empresa necesitaba en el año 2011 para entrar a la fila de la América del 0.01%.

Y eso tampoco es la única diferencia entre los ricos de la época de George Romney y los de la nuestra.

En 1960, los contribuyentes que reportaban un promedio de $275,000 dólares en renta pagada al gobierno, después de explotar cualquier laguna que pudiesen encontrar en la ley, pagaban un poco menos de 44% de sus ingresos en impuestos federales.

Por el contrario, en el 2011, los contribuyentes más ricos de América, con ingresos promedio de $27 millones - sólo pagaron el 20% al Tío Sam.

En otras palabras, en el apogeo de George Romney, los más prósperos pagaban en impuestos más del doble que sus homólogos de la actualidad.

Y recuerden, después de ajustar la inflación, y con un ingreso mucho menor!

¿Qué ha pasado con los estadounidenses promedios, de antes y los de ahora?

En 1960, los trabajadores estadounidenses estaban disfrutando de los años más prósperos y justos que ha visto el país.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los ingresos reales de los estadounidenses, en solamente 25 años, crecieron más del doble.

De hecho, los ingresos de la mayor parte de los trabajadores estadounidenses aumentaron más rápidamente en los años de la posguerra que los de los estadounidenses más ricos.

En 1940, el último año completo antes de la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, los hogares más ricos se llevaban a casa 336 veces más que la media de los hogares.

La brecha en el 1960: Sólo 158 veces.

La diferencia con hoy día? Un impresionante 893 veces.

¿Qué es lo que ha hecho al Estados Unidos de hoy mucho más desigual?

A mi juicio, es el desmoronamiento de los pilares de igualdad económica existentes en la época del Romney Sr., - una presencia sindical importante en toda la economía y un impuesto progresivo sobre la renta para los de más ingresos.

El la época de George Romney, a los estadounidenses se les pagaba buenos salarios, y en ese momento, casi todas las principales compañías de Estados Unidos, a excepción de las del Sur, tenian sindicatos.

La negociación colectiva de beneficios, era generalizada - un tercio de los trabajadores del sector privado erean miembros de los sindicatos – lo que ayudó a asegurar que las empresas compartiesen las riquezas que creaban sus operaciones.

El impuesto sobre la renta federal, por su parte, reforzaba el impulso de compartir.

En 1960, la tasa impositiva máxima sobre los ingresos de más de $400,000 se situaba en el 91%.

Los consejos de administración, entonces como ahora, podían pagar a sus altos ejecutivos lo que quisieran. Pero ¿por qué hacerlo - cuando tan poco por encima de los $400.000 en realidad terminaban en los bolsillos de los ejecutivos?

Mitt Romney, no ha tenido que preocuparse ni del  91% de la tasa marginal de impuestos – ni de los sindicatos.

En la década de 1980, el gobierno de Ronald Reagan inició una "revolución" de fuerte ataque a los sindicatos y de menores tasas de impuestos para los de ingresos más altos.

Mitt, Romney, tanto como director de empresas privadas y más tarde como "inversionista anti-impuestos" ha hecho todo lo posible para ayudar a que este estatus quo se mantenga a lo largo de su carrera política.

Antes, los ejecutivos empresariales, tenian que regularmente negociar con los sindicatos sobre los salarios, las horas y las condiciones de trabajo.

Hoy en día, las empresas de capital privado no negocian con los trabajadores. Las empresas asumen todo el control y exigen cada vez más concesiones a sus empleados.

Estas concesiones se van a las manos de los altos ejecutivos, que rápidamente se enriquecen con dichas rentabilidades, mismas que son dejadas de compartir en forma de beneficios a los trabajadores.

Luegos estos ejecutivos millonarios, capos del capital privado, pagan impuestos de sólo el 15%, tasa de impuesto actual sobre las ganancias de capital.

Y para los ingresos que no califican como ganancias de capital, existen los tratos preferenciales.

Gracias a estos bajos impuestos Mitt ahora tiene una fortuna valorada en  unos $350 millones.

Y es que hay que recordar la frase que dice: Para que se salve uno, tiene que joderse otro!

Mitt no ve nada malo en esto, pero, y el pueblo estadounidense?

En Noviembre 2012, lo vamos a averiguar.