En el agrio debate sobre inmigración,
millones de indocumentados en los Estados Unidos, han recibido escasa
atención. Me refiero a los familiares de los ciudadanos y de los residentes legales.
No conozco a ninguna persona que tenga raíces en el país, que desee permanecer indocumentada.
La mayoría se ve obligada a permanecer sin documentos a pesar de tener un camino para conseguir su tarjeta verde debido a la existencia de un perverso callejón sin salida que castiga con inadmisibilidad por 3 y 10 años a los indocumentados.
Y es que todas las personas que han
permanecido ilegalmente en los Estados Unidos por un año o más,
enfrentan un impedimento de 10 años para reingresar, si salen del
país.
Del mismo modo, los que han permanecido
ilegalmente en Estados Unidos, por más de 180 días, enfrentan una
barrera de 3 años para su reingreso.
Estas personas, que pueden ser
beneficiarias de una petición de visa de inmigrante aprobable,
presentada por un cónyuge, padre o hijo ciudadano, muy a menudo son
incapaces de ajustar su estatus migratorio dentro de los Estados
Unidos.
Bajo la ley de inmigración, al entrar
a Estados Unidos, hay que haber sido inspeccionado o haber recibido
un permiso con el fin de calificar para ajustar estatus hacia la
residencia permanente, por lo que un cónyuge extranjero de un
ciudadano, que vino sin visa, no es elegible para arreglar su estatus dentro del país, ya que no fue inspeccionado.
Por supuesto, hay excepciones.
Por supuesto, hay excepciones.
En estos casos, estos extranjeros
tienen que salir, y solicitar una visa de inmigrante en el consulado
Americano en su país de origen. Sin embargo, si han estado
ilegalmente en los Estados Unidos por un año o más, activarían un
castigo de 10 años para su reingreso.
Aunque, bajo el régimen actual se
puede solicitar un perdón, sólo puede hacerse después de que la
persona ha partido de los Estados Unidos.
La obtención de un perdón no es
fácil, porque se tiene que demostrar dificultad extrema para el
cónyuge ciudadano.
La angustia emocional que resulta de la
separación de los dos cónyuges no basta. El ciudadano tiene que
demostrar, además de la cuestión emocional, asuntos financieros,
culturales, políticos, de salud, entre otros.
Por lo tanto, las parejas tiran los
dados a la suerte, si el cónyuge extranjero sale del país, ya que
si el pedido de perdón es rechazado, serán separados por un largo tiempo.
Por otra parte, bajo la actual ley,
para demostrar dificultad extrema sólo califica un universo muy
limitado de familiares. Estos incluyen los cónyuges y los padres,
pero no los hijos adultos.
No es difícil ver por qué se ha
producido una enorme acumulación de población indocumentada.
Incluso aunque las personas sean
elegibles para una residencia permanente, no están dispuestas a
salir, por las pocas probabilidades de conseguir un perdón fuera de los Estados Unidos.
El Congreso aprobó el castigo, para disuadir que la gente se quedase ilegalmente, pero ha tenido un efecto contrario. Más personas se han quedado indocumentadas, debido al temor de salir y enfrentarse a 3 o 10 años de castigo para retornar.
Es alentador que el Gobierno de Obama
haya propuesto esta norma, que permitirá que se pueda solicitar un
perdón provisional dentro de los Estados Unidos.
Con el perdón en la mano, el individuo
saldra hacia su país, con la certeza de que podrá volver a los
Estados Unidos.
Esta propuesta ha recibido muchos
aplausos de la comunidad defensora de los inmigrantes y con razón.
En un momento en que el Congreso está
prácticamente paralizado y no puede incluso hacer pequeños ajustes
para mejorar el sistema actual de inmigración, una propuesta de
norma administrativa inteligente como esta, es muy necesaria.
Siempre y cuando la norma entre en
vigor, que bajo el imperio formal del proceso puede tardar algún
tiempo, se limitará a favorcer solamente a los parientes inmediatos de los ciudadanos que
están buscando un perdón por motivo de presencia ilegal.
Aparentemente la regla no cubre a los
residentes permanentes personas que solicitan un perdón.
Tampoco cubrirá las personas que
necesitan otro tipo de perdones, como los de fraude, por jemplo.
No está del todo claro si la norma
propuesta cubrirá a las personas que además de un perdón por
causa de fraude, necesitan obtener un permiso para readmisión debido a
que su salida sucede despues de ya existir una Orden de Deportación,
pero parece que debería, ya que dichas solicitudes pueden
ser presentadas por adelantado con la legislación vigente.
Pienso que el gobierno, debe incluir a
los hijos de los ciudadanos y de los residentes permanentes que no califican como familiares
inmediatos, sin importar si han cumplido 21 años, ya que son parte
integral de la familia.
Las normas actuales, establecen que
siempre que uno se encuentre en un proceso consular para obtener una
residencia, y necesite un permiso para solicitar readmisión, porque
la salida es motivada por una Orden de Deportación, se puede
presentar un permiso de reingreso antes de salir de los Estados
Unidos, y "recibir una aprobación condicional adelantada en
función de salida satisfactoria."
Esta nueva regla actualiza la normativa
para crear un procedimiento similar al creado por la Reforma de
Inmigración del 1996, para las personas que son deportadas de los
Estados Unidos, después de haber estado ilegalmente presente, por lo
que la veo como una solución técnica para impedir largas
separaciones familiares.
Esta solución también podría reducir
la ineficiencia en los asuntos que envuelven los "Beneficiarios
Quilantan", sobre todo si se acompaña de un cambio adicional
relativo a los problemas de fraude.
Bajo "Quilantan", entrar a
los Estados Unidos, sin visa pero con permiso de un
funcionario de inmigración es suficiente para crear eligibilidad y
ajustar estatus migratorio como familiar inmediato de un ciudadano,
independientemente de si dicha entrada fue procesalmente correcta,
siempre y cuando la misma no suponga una reclamación falsa de
ciudadanía.
La versión actual de la propuesta,
excluye la exención relacionada al fraude de ingreso a Estados
Unidos, lo que podría conducir a los posibles solicitantes a temerle
a una declaración de inadmisibilidad resultante de una entrevista
consular, determinaciones generalmente inapelables.
Creo que este anuncio tiene muchas
preguntas sin respuestas:
- Cuando se obtenga una exención denegada, se iniciaran procesos de deportación?
- Que sucedera con los cónyuges e hijos de los residentes permanentes legales, quienes constituyen la mayoría de la comunidad inmigrante.
- Que sucedera con las inadmisibilidades de los acusados de crímenes?
Necesitamos respuestas!