Por Aníbal E. Melo
Mientras vemos a un Donald Trump haciendo alardes de su absurda propuesta para prohibir temporalmente la inmigración de musulmanes, podemos estar seguros de que es muy probable que esta no vaya para ninguna parte.
Y es que no es la primera vez que Estados Unidos es testigo de grupos con sentimientos anti-inmigrantes extremos.
Ya ocurrió a mediados de los 1800, cuando el Partido “Know Nothings” dirigió su ira contra los Católicos irlandeses, y más tarde en ese Siglo cuando otros demagogos arremetierón contra los Judios y los inmigrantes del sur de Europa.
Estos demagogos precedentes de Trump, entre otros incluyeron a Samuel Morse, mejor conocido por ser el inventor del Telégrafo y del Código Morse.
Al igual que como dice ahora Trump sobre los inmigrantes musulmanes, Morse “advirtió” contra los inmigrantes Católicos porque él pensaba serían más leales al Papa que a los Estados Unidos.
En una ocasión dijo:
“¿Cómo es posible que importemos personas que por su ignorancia son controlados por los sacerdotes. Seres que al ser arrojados en nuestra sociedad, producirán turbulencia y excesos? ¿Se puede tirar barro al agua limpia sin ensuciarla?"
Por otro lado, Edward Ross, importante Sociólogo estadounidense del Siglo 19, afirmó que los Judios eran "el polo opuesto de nuestra raza pionera: Insuficientes y débiles, evitan la actividad física y son extremadamente sensibles al dolor."
En cuanto a los italianos, Ross señaló que: "poseen una preocupante frente baja, boca abierta, barbillas débiles, rostros asimétricos, pequeños cráneos y cabezas sin respaldo".
La buena noticia es que todos esos movimientos anti-inmigrantes pronto se convirtieron en irrelevantes, y hoy, no necesitamos una bola de cristal para predecir que Trump, independientemente de su lugar actual en las encuestas, también será relegado al basurero de la historia.
Amén!