sábado, 15 de marzo de 2014

Trabajo Duro: Pago Inadecuado

Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com


Con las altas esferas de la sociedad llevándose a casa cada vez más grandes porciones de la riqueza del país, los trabajadores de más bajos salarios están siendo empujados hacia la pobreza, por una economía que no funciona para ellos.

En momentos en que el Presidente Obama está dándole el frente a este problema creciente, entre otras iniciativas luchando por el aumento del salario mínimo, se han levantado los aullidos habituales de los conservadores de ultra derecha, que deseosos de avanzar iniciativas públicas para obtener beneficios políticos para su clase - incluso si eso significa el destrozar las vidas de los trabajadores de más bajos salarios, - tergiversando las realidades económicas que los trabajadores pobres enfrentan.

Por otro lado, el fracaso del Congreso para mantener el salario mínimo a la par con la inflación, significa que los trabajadores afectados ahora se llevan a casa un salario más bajo de lo que ganaban sus pares en el 1968.

Actualmente, un trabajo de salario mínimo a tiempo completo devenga un poco más de $15,000 al año, cantidad insignificante para mantener una familia de cuatro - tres, e incluso dos - por encima de la línea federal de pobreza.

Pero la erosión del salario neto tiene menos que ver con el valor real de los trabajadores, que con una economía amañada para favorecer a los que detentan el poder económico y político.

A pesar de las caracterizaciones erróneas, la mayoría de los trabajadores de salario mínimo son adultos y la principal fuente de ingresos de sus familias, no sólo adolescentes que buscan ganar algo de dinero, y tienden a ser más educados de lo que eran en el pasado.

Sin embargo, en lugar de crear políticas que recompensen el trabajo duro con alguna seguridad económica básica, los republicanos se contentan con perpetuar mitos sobre las edades de los trabajadores, sus habilidades y ambiciones.

Y aunque algunos republicanos apoyaron el más reciente aumento del salario mínimo en el año 2007, en esta ocasión, el Tea Party y una serie de Gobernadores Republicanos están erigiéndose como los principales obstáculos en contra de esta buena oportunidad económica.

Haciendo caso omiso a los economistas que apoyan un salario mínimo más alto y a los estudios que muestran que los temores de pérdidas de empleos son infundados, algunos de los principales líderes republicanos del Tea Party en el Congreso, quieren hasta abolirlo.

Mientras tanto grupos de ultra derecha que representan los intereses de las grandes empresas, a menudo financiados por conservadores ricos que se benefician de la eliminación de las leyes de protecciones a los trabajadores, están impulsando dicha oposición.


Siguiendo el llamado del Presidente Obama para aumentar el salario mínimo, corresponde ahora a los republicanos en el Congreso el decidir si van a unirse a él para ayudar a los estadounidenses de pie, o a los fanáticos del Tea Party y los intereses especiales que quieren bloquear y hasta eliminar el salario mínimo.