Aníbal E. Melo
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Una de mis citas favoritas de la
literatura latina fue dicha por el gran poeta romano Horacio Flaco:
"Non omnis moriar (no voy a morir del todo").
Desde que los republicanos de la Cámara
anunciarón el pasado verano que la Reforma Integral de Inmigración
aprobada por el Senado, estaba muerta incluso antes de su llegada a
ese cuerpo legislativo, los defensores de los inmigrantes nos hemos
agarrado desesperadamente de cualquier clavo ardiente en nuestra
creencia de que CIR de alguna manera, sobreviviría.
Tuvimos algunas razones para eso, o al
menos así lo parecían.
En primer lugar, estuvo la idea del
enfoque "caso por caso" que dizque los republicanos de la
Cámara apoyarían.
Otra fue la decisión del Presidente de
la Cámara de Representantes, John Boehner, de contratar a Rebecca
Tallent, persona pro-inmigrante y ex-asesora del Senador John McCain
(R-AZ).
Recuerdo toda la emoción que trajo ese
anuncio – pero, ¿Cuándo fue la última vez que alguien supo de
ella?
Luego hubo varias fintas republicanas,
entre ellas el anuncio de que el Presidente del Comité Judicial, Bob
Goodlatte (R -VA), estaba trabajando en un proyecto de Reforma, mismo
que no ha visto la luz del día.
Luego vinieron los tan anunciados
"Principios o Normas para la Reforma" de John Boehner.
Luego tuvimos la esperanza de que los
defensores de la inmigración podrían avergonzar a los republicanos
de la Cámara al llevar a cabo un largo y publicitado ayuno.
Y, más recientemente, la amenaza
política de realizar una "Petición de Descarga" realizada
por Nancy Pelosi.
El único resultado de todas esas
supuestas esperanzas, ha sido el aumento en el número de excusas
hipócritas por parte de los líderes republicanos.
Esas excusas, que ya habían oscilado
desde Boston hasta Benghazi, ahora se centran en la absurda
afirmación de que un Presidente que ha deportado a cerca de 2
millones de personas en cinco años, no es de "fiar" para
hacer cumplir las leyes de inmigración.
Pero nada de esto ha disuadido de la
muerte de CIR a algunos "expertos pro-inmigrantes", que
siguen creando nuevas teorías sobre porque la Reforma todavía está
viva.
Uno de los intentos más populares para
ponerle buena cara a una realidad sombría es la llamada "ventana
de oportunidad".
Esta teoría sostiene que sólo tenemos
que esperar hasta después de las primarias del Partido Republicano,
o hasta alrededor del mes de junio.
Entonces los "pro-inmigrantes"
republicanos de la Cámara (tal vez una docena como máximo) después
de haber sobrevivido a los desafíos del Tea Party (si lo hacen),
podrán votar libremente y con su conciencia en favor de la Reforma,
y sin el temor de perder sus asientos en el otoño.
Pido disculpas a los lectores que
pueden no estar particularmente interesados en los Clásicos, pero la
idea de que un Representante Republicano ignorará al Tea Party me
recuerda una frase escrita por Ovidio: "evolvit caecoque exemit
Acervo (después de que él los liberó, los liberó de una pila de
ciegos").
Esto puede haber ocurrido en la
"Metamorfosis" de Ovidio, pero ser liberado de los ciegos
del Tea Party no es lo que está a punto de suceder en el Partido
Republicano.
Sin embargo, sin importar cuán claro
el liderazgo republicano ha dicho que la Reforma migratoria es
"nati-muerta" para los fines de la Cámara, el espíritu de
la "no omnis moriar" ha seguido paseandose entre nosotros.
Todo apunta a que el tiempo de los
partidarios de la Reforma que siguen tratando de engañarse a sí
mismos ahora se ha acabado, o al menos se aproxima rápidamente a su
fin.
Y finalmente, hasta yo he tenido el
valor de describir la realidad sin tapujos.
En otras palabras, el "no moriar
omnis" de la Reforma migratoria, se ha convertido ahora en
"Requiescat in Pace (RIP)".
Como dice el refrán: "El tiempo
es un círculo plano".
Ahora, solamente espero que se repita
de nuevo el ciclo iniciado por DACA en el 2012:
La Casa Blanca tomando medidas
unilaterales, que a su vez sienten las bases para que los votantes
latinos castiguen, nueva vez, al Partido Republicano en el 2016, lo
que a su vez, cree una nueva presión sobre los líderes
republicanos.
Pienso que esa estrategia no sólo tiene sentido,
ya que trabajó en el 2012, pero que es la única que esta en
sintonía con la realidad de hoy.
No sé si el Presidente lee los
clásicos, pero él debe abrigar lo dicho por Virgilio en la Eneida:
"Nunc Animis opus, Aenea, nunc
pectore firmo. (Ahora lo que se necesita es valentía. Deja que tu
corazón sea fuerte").