jueves, 17 de mayo de 2012

Un Asalto Contra Las Inmigrantes Maltratadas

                                                                                                         
Por Aníbal E. Melo

Registrese o Recomiende un Amigo Enviándonos su EMAIL










El proyecto de ley HR-4970, aprobado en la Cámara de Representantes el 16 de mayo con el pretexto de "re-autorizar" la ley de Violencia contra las Mujeres, elimina las disposiciones sobre inmigración de la ley original y desmantela VAWA tal y como la conocemos, revirtiendo décadas de avance en la lucha contra la violencia doméstica en los Estados Unidos.

En general, este proyecto de ley socava los objetivos centrales de la ley VAWA: proteger a las víctimas de la violencia doméstica y de otros crímenes y ayudar a hacer cumplir la ley con la protección de las víctimas, la investigación y el enjuiciamiento de los crímenes.

Es importante saber que aunque se llama Ley de Violencia contra la Mujer, la misma ayuda a todas las víctimas, independientemente de si son hombres o mujeres.

En general, las personas que acuden por ayuda han sido traumatizadas y se encuentran temerosas de nuevos abusos y represalias por parte de su agresor por su osadía de querer escapar de ellos. Temen que el hecho de presentar una querella dará lugar a su descubrimiento y a ponerlos en grave peligro. Muchas tienen miedo de que al ayudar a hacer cumplir la ley, serán deportadas de los Estados Unidos, y enviadas a un lugar donde los abusadores o sus familiares tendrán rienda suelta para hacerles daño.

El Congreso reconoció hace mucho tiempo que los inmigrantes son un grupo particularmente vulnerable en cuanto a dinámica de relación, por lo que se creó un proceso de auto-petición para que el extranjero maltratado pueda solicitar su residencia legal independientemente del abusador.

Teniendo en cuenta las disposiciones draconianas de esta nueva versión de la ley, sus redactores parecen estar operando con la presunción infundada de que el fraude está muy extendido en el contecto de la auto-petición VAWA.

La Unidad VAWA del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos está muy bien entrenada y con mucho cuidado adjudica, o niega, en última instancia, las solicitudes que no demuestran por preponderancia de evidencia de que el solicitante es elegible para acción diferida.

El proyecto HR-4970 cambia todos los aspectos de la petición VAWA, ya que invalida la norma de larga data sobre la prueba en las auto-peticiones.

Hasta ahora, la Ley de Inmigración y Nacionalidad no prevé un alto estándar de prueba para las auto-peticiones VAWA, y con arreglo al caso Chawathe, el auto-peticionario "debe demostrar por preponderancia de evidencia de que él o ella es elegible para el beneficio buscado".

Para determinar si un solicitante ha cumplido con esta carga, la ley establece que en la adjudicación de una auto-petición, el Departamento de Seguridad Nacional "tendrá en cuenta todas las pruebas que sean relevantes para el caso y se reserva la facultad discrecional de determinar qué evidencias son creíbles y cuánto peso se les dará a las mismas".

Por otra parte, las normas del proceso preveen que una petición no puede ser negada únicamente sobre la base de información proporcionada por el abusador o por un miembro de la familia de este que viva en la misma casa de la víctima. Cualquier información negativa debe ser corroborada de forma independiente.

El Congreso estableció esas normas de prueba, y creó estrictas normas de confidencialidad sobre la base de la necesidad de proteger a los solicitantes de ser localizados por el abusador y sometidos a represalias y a nuevos abusos. Debido a este hecho, las protecciones para los solicitantes VAWA, en especial la confidencialidad, han sido cruciales para los objetivos centrales de la ley.

El HR-4970 impondría un estándar de prueba que desmantela las disposiciones de confidencialidad, creando una situación perversa en la que efectivamente le otorga el poder sobre una auto-solicitud presentada, al cónyuge abusador.

Un estándar de "prueba claro y convincente", está muy por encima de la "preponderancia de evidencias" que se aplica a las mayoría de las peticiones de inmigración, ya sean de negocios o de familia, incluyendo los procesos de deportación.

Así, un cónyuge abusado enfrentaría, con esta nueva ley, un estándar más alto de prueba en un proceso de solicitud afirmativa, que el que un individuo en un proceso de deportación tiene que superar para demostrar que un delito particularmente grave que ha cometido no representa un peligro para la seguridad de los Estados Unidos.

Por otro lado, el gobierno conoce muy bien la importancia que tiene la confidencialidad del proceso para la seguridad de las víctimas.

La razón de las disposiciones de confidencialidad tienen sentido en el contexto de los importantes riesgos que enfrentan las personas maltratadas y el propósito mismo de la ley VAWA.

El Congreso desarrolló las medidas de confidencialidad existentes actualmente, para proteger a las víctimas de la violencia doméstica de ser perseguidos por sus agresores para vengarse. Estas disposiciones son cruciales para romper el ciclo de poder y control que es el quid de la violencia doméstica.

Por otro lado, el uso por parte de HR-4970 de la expresión "el acusado" en referencia al abusador es completamente inapropiado y pone de relieve el hecho de que dicho proyecto de ley cambia la evaluación centrada en las víctimas y sorprendentemente toma una posición defensiva en favor del agresor, con la presunción de que el solicitante está mintiendo.

El proceso de auto-petición VAWA no debe ser contradictorio, debido al hecho de que las víctimas tienen miedo a presentarse y acusar a sus agresores, ya que temen a las represalias sobre ellos, sus hijos u otros seres queridos.

Otro aspecto muy preocupante del proyecto de ley es el desmantelamiento propuesto de la Unidad VAWA del Centro de Servicio de Vermont, que ha acumulado 12 años de experiencia especializada en la adjudicación de estas auto-peticiones.

En mi opinión, este proyecto de ley representa lanzar décadas de investigación y conocimiento acumulado sobre la violencia doméstica por la ventana y constituye el sueño de todo abusador.


Los extremistas de la Cámara pueden resentir el hecho de ser  acusados de abrir una guerra contra las mujeres, pero este proyecto de ley atroz es parte integrante de ella.

Y es que los proponentes de este proyecto de ley parecen más interesados en despotricar, sin pruebas, contra un supuesto fraude rampante de las mujeres inmigrantes que han sido golpeadas y violadas, de lo que están sobre la situación de las víctimas en necesidad desesperada de servicios y protecciones legales.