domingo, 18 de diciembre de 2011

Obama, apaciguador en el tema de Inmigración?

                                                                                                         
Por Aníbal E. Melo

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En lo que a mi reputación personal se refiere, no estoy en lo absoluto perturbado. Las cartas que sigo recibiendo en grandes cantidades por unanimidad insisten en lo mismo, es decir, sin Munich la guerra se hubiese perdido y el imperio britanico hubiese sido destruido en 1938 ... No me siento de opinión contraria ... tuvimos la probabilidad de sobrevivir.... por lo que no le temo al veredicto de la historia.

Arthur Neville Chamberlain
Noviembre de 1940, pocos días antes de su muerte



Arthur Neville Chamberlain
Arthur Neville Chamberlain fue un político conservador británico que se desempeñó como Primer Ministro del Reino Unido desde mayo de 1937 hasta mayo del 1940.


Chamberlain es más conocido por su política de apaciguamiento, y en particular por su firma del Acuerdo de Munich en 1938, concediendo la región del Sudeste de Checoslovaquia a Alemania.


El término apaciguamiento, define a las políticas diplomáticas encaminadas a evitar las guerras, haciendo concesiones a los enemigos.


El historiador Paul Kennedy lo define como "la política de solución de conflictos internacionales, admitiendo y satisfaciendo agravios a través de la negociación racional y el compromiso, a fin de evitar conflictos armados que serían costosos, sangrientos, y peligrosos."


30 de septiembre 1938
El primero ministro británico Neville Chamberlain y el
 líder francés Edouard Daladier firmaron el Pacto de
 Munich con el líder Nazi Adolf Hitler.
La evaluación de los historiadores sobre Chamberlain ha oscilado entre la condena por permitir que Hitler creciera tanto, hasta el juicio de que no tenía otra alternativa y de que actuó en los mejores intereses de Gran Bretaña.


Desde la década del 1930, la palabra "apaciguador" se ha utilizado como sinónimo de cobardía y debilidad y todavía se utiliza en ese sentido para denunciar las políticas y los comportamientos que están encontra del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.


Desde hace algun tiempo, los republicanos han acusado al Presidente de ser un cobarde y un apaciguador.


Pero a principios de este mes, Obama tuvo un momento machista cuando sugirió que le hiciesen una encuesta sobre ese tema a una serie de terroristas difuntos.


"Preguntenle a Osama Bin Laden y a 22 de los 30 principales líderes de Al Qaeda que han sido eliminados, si yo soy un apaciguador".


Por otro lado, el uso efectivo de aviones no tripulados por parte del gobierno de Obama para fortalecer y defender las fronteras de Estados Unidos con éxito, no ha producido otra cosa que un intento fallido por parte del Partido Republicano de acusarlo de apaciguador respecto de la inmigración ilegal.


Ojalá que Obama fuese tan contundente en contra de los republicanos respecto a este asunto.


Pero lo triste es que el Presidente probablemente no le pedirá a los ciudadanos estadunidenses que han estado encerrados de manera ilegal en centros de detención de inmigrantes, si se involucra en apaciguamientos.


Él probablemente también se negará a hacer de conocimiento general un estudio estadístico que cuenta las cruces fronterizas, y que indica que la inmigración de entrada ilegal esta en su nivel más bajo en cuatro décadas.


La retórica en esta ocasión no le va a funcionar a Obama, porque sabe que los hispanos seguramente le dirían que "sí" a la acusación de apaciguador.


No hay que hacer encuestas, porque él ya sabe la respuesta.


Los cojones del Presidente serían más impresionantes si los mostrase también para doblegar o por lo menos sortear a los republicanos anti-inmigrantes en el Congreso.


En lugar de apaciguar los animos de los nativistas, Obama podría disparar verdes y frescas, órdenes ejecutivas que sólo él puede emitir desde la Casa Blanca.


Algunos argumentan que él ya ha comenzado un esfuerzo serio, con la autorización a ICE y al USCIS para ejercer la discreción fiscal con más frecuencia en favor de los violadores de inmigración de bajo nivel.


Pero ese esfuerzo aún no ha disparado suficientes tiros para alcanzar su objetivo.


A mi juicio, sería mejor el acelerar las revisiones de discreción fiscal, y ampliarlas para incluir a todos los inmigrantes no autorizados, en lugar de solamente a 300.000 personas, a mi juicio un proyecto piloto muy tímido.


O mejor aún, Obama debería ordenar a las agencias de control migratorio, el otorgar la condición formal de "acción diferida" (que incluye el derecho a un permiso de trabajo) en lugar de discreción fiscal (que sólo prolonga la agonía de las personas, evitando el progreso de sus vidas, y que sólo les permite esperar el día en que un oficial de ICE vaya por ellos para deportarlos).


También el Presidente podría disparar mejores tiros contra el actual sistema legal migratorio, pero el problema es que su propia política respecto de este asunto frente al Partido Republicano se lo impide.


Y es que no podemos esperar!


El Presidente entiende ese concepto, ya que lo utiliza en su campaña en favor de la vivienda, los préstamos estudiantiles, la eficiencia energética y el cuidado de la salud.


Obama no debe seguir haciendo más apaciguamientos, sino emitir andanadas de órdenes ejecutivas para que vuelvan a nacer las esperanzas en el futuro de cientos de miles de familias que hoy viven en la marginalidad social.


Estoy convencido de que hay montones de cosas positivas que podrían hacerse para restaurar la dignidad de millones de personas, si el Presidente vuelve su mirada, entre otras cosas, a las regulaciones migratorias, para modificarlas y ajustarlas en pos de componer el infuncional sistema actual, en lugar de apaciguar los animos de todos, los de a favor y los de encontra.