En lo que a mi reputación personal
se refiere, no estoy en lo absoluto perturbado. Las cartas que sigo
recibiendo en grandes cantidades por unanimidad insisten en lo mismo,
es decir, sin Munich la guerra se hubiese perdido y el imperio
britanico hubiese sido destruido en 1938 ... No me siento de opinión
contraria ... tuvimos la probabilidad de sobrevivir.... por lo que no
le temo al veredicto de la historia.
Arthur Neville Chamberlain
Noviembre de 1940, pocos
días antes de su muerte
Arthur Neville Chamberlain |
Chamberlain es más conocido por su
política de apaciguamiento, y en particular por su firma del Acuerdo
de Munich en 1938, concediendo la región del Sudeste de
Checoslovaquia a Alemania.
El término apaciguamiento, define a
las políticas diplomáticas encaminadas a evitar las guerras,
haciendo concesiones a los enemigos.
El historiador Paul Kennedy lo define
como "la política de solución de conflictos internacionales,
admitiendo y satisfaciendo agravios a través de la negociación
racional y el compromiso, a fin de evitar conflictos armados que
serían costosos, sangrientos, y peligrosos."
30 de septiembre 1938 El primero ministro británico Neville Chamberlain y el líder francés Edouard Daladier firmaron el Pacto de Munich con el líder Nazi Adolf Hitler. |
Desde la década del 1930, la palabra
"apaciguador" se ha utilizado como sinónimo de cobardía y
debilidad y todavía se utiliza en ese sentido para denunciar las
políticas y los comportamientos que están encontra del uso de la
fuerza en las relaciones internacionales.
Desde hace algun tiempo, los
republicanos han acusado al Presidente de ser un cobarde y un
apaciguador.
Pero a principios de este mes, Obama
tuvo un momento machista cuando sugirió que le hiciesen una encuesta
sobre ese tema a una serie de terroristas difuntos.
"Preguntenle a Osama Bin Laden y a
22 de los 30 principales líderes de Al Qaeda que han sido
eliminados, si yo soy un apaciguador".
Por otro lado, el uso efectivo de
aviones no tripulados por parte del gobierno de Obama para fortalecer
y defender las fronteras de Estados Unidos con éxito, no ha
producido otra cosa que un intento fallido por parte del Partido
Republicano de acusarlo de apaciguador respecto de la inmigración
ilegal.
Ojalá que Obama fuese tan contundente
en contra de los republicanos respecto a este asunto.
Pero lo triste es que el Presidente
probablemente no le pedirá a los ciudadanos estadunidenses que han
estado encerrados de manera ilegal en centros de detención de
inmigrantes, si se involucra en apaciguamientos.
Él probablemente también se negará a
hacer de conocimiento general un estudio estadístico que cuenta las
cruces fronterizas, y que indica que la inmigración de entrada
ilegal esta en su nivel más bajo en cuatro décadas.
La retórica en esta ocasión no le va
a funcionar a Obama, porque sabe que los hispanos seguramente le
dirían que "sí" a la acusación de apaciguador.
No hay que hacer encuestas, porque él
ya sabe la respuesta.
Los cojones del Presidente serían más
impresionantes si los mostrase también para doblegar o por lo menos
sortear a los republicanos anti-inmigrantes en el Congreso.
En lugar de apaciguar los animos de los
nativistas, Obama podría disparar verdes y frescas, órdenes
ejecutivas que sólo él puede emitir desde la Casa Blanca.
Algunos argumentan que él ya ha
comenzado un esfuerzo serio, con la autorización a ICE y al USCIS
para ejercer la discreción fiscal con más frecuencia en favor de
los violadores de inmigración de bajo nivel.
A mi juicio, sería mejor el acelerar
las revisiones de discreción fiscal, y ampliarlas para incluir a
todos los inmigrantes no autorizados, en lugar de solamente a 300.000
personas, a mi juicio un proyecto piloto muy tímido.
O mejor aún, Obama debería ordenar a
las agencias de control migratorio, el otorgar la condición formal
de "acción diferida" (que incluye el derecho a un permiso
de trabajo) en lugar de discreción fiscal (que sólo prolonga la
agonía de las personas, evitando el progreso de sus vidas, y que
sólo les permite esperar el día en que un oficial de ICE vaya por
ellos para deportarlos).
También el Presidente podría disparar
mejores tiros contra el actual sistema legal migratorio, pero el
problema es que su propia política respecto de este asunto frente al
Partido Republicano se lo impide.
Y es que no podemos esperar!
El Presidente entiende ese concepto, ya
que lo utiliza en su campaña en favor de la vivienda, los préstamos
estudiantiles, la eficiencia energética y el cuidado de la salud.
Obama no debe seguir haciendo más
apaciguamientos, sino emitir andanadas de órdenes ejecutivas para
que vuelvan a nacer las esperanzas en el futuro de cientos de miles
de familias que hoy viven en la marginalidad social.
Estoy convencido de que hay montones de
cosas positivas que podrían hacerse para restaurar la dignidad de
millones de personas, si el Presidente vuelve su mirada, entre otras
cosas, a las regulaciones migratorias, para modificarlas y ajustarlas
en pos de componer el infuncional sistema actual, en lugar de
apaciguar los animos de todos, los de a favor y los de encontra.