Por Aníbal E. Melo
Los seres humanos somos muy dados a creencias místicas, y en este sentido el comienzo de este nuevo año, es una excelente oportunidad para que el CONGRESO actual, corrija errores del pasado.
Para que los inmigrantes invoquemos en voz alta, que se lleve a cabo en Estados Unidos, la tan esperada Reforma Comprensiva de las Leyes de Inmigración.
DESEO que podamos cristalizar nuestros propósitos de construir un mejor país, sin racismo, divisiones ni discriminación social.
Para que los inmigrantes invoquemos en voz alta, que se lleve a cabo en Estados Unidos, la tan esperada Reforma Comprensiva de las Leyes de Inmigración.
Para que todos los hispanos residentes de este gran país, podamos escuchar de forma refrescante el repicar de las campanas de una nueva era para nuestra comunidad.
Hoy en día, hay incertidumbre, y un lamento generalizado de que las cosas están mal, y de que el Gobierno de turno no responde, panorama que objetivamente motiva a los inmigrantes a presagiar que se avecinan situaciónes difíciles, con un sentimiento pesimista por los desafíos de las más recientes medidas anti-inmigrantes.
Además, la gran interrogante de: Cómo sería una Reforma?
Todo esto envuelto por una crisis de pugna bipartidista, que crudamente deja ver rivalidades entre una facción que apuesta a la Reforma y otra que resueltamente no la quiere.
Sin ser una voz agorera, ojalá que el 2007, que se está iniciando lleno de muchos desafíos, nos impregne colectivamente a todos de una voluntad férrea, para renovar las Esperanzas en las Reformas al sistema de Leyes de Inmigración.
Hoy en día, hay incertidumbre, y un lamento generalizado de que las cosas están mal, y de que el Gobierno de turno no responde, panorama que objetivamente motiva a los inmigrantes a presagiar que se avecinan situaciónes difíciles, con un sentimiento pesimista por los desafíos de las más recientes medidas anti-inmigrantes.
Además, la gran interrogante de: Cómo sería una Reforma?
Todo esto envuelto por una crisis de pugna bipartidista, que crudamente deja ver rivalidades entre una facción que apuesta a la Reforma y otra que resueltamente no la quiere.
Sin ser una voz agorera, ojalá que el 2007, que se está iniciando lleno de muchos desafíos, nos impregne colectivamente a todos de una voluntad férrea, para renovar las Esperanzas en las Reformas al sistema de Leyes de Inmigración.
DESEO que podamos cristalizar nuestros propósitos de construir un mejor país, sin racismo, divisiones ni discriminación social.