sábado, 16 de noviembre de 2013

La Salud No Tiene Precio, Y El Que La Arriesga Es Un Necio.

Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


En estos momentos, Estados Unidos se encuentra en medio de la expansión del sistema de salud más radical desde la promulgación del Medicare y el Medicaid.

Y mientras que el debate en torno a la reforma sanitaria impulsada por Barack Obama se eterniza, otros países desarrollados exhiben índices de salud remarcables.

El éxito de esos otros sistemas sanitarios, aunque logrado mediante modelos diferentes, coincide en un factor esencial: trascender la porfía ideológica y tratar de encontrar las vías más eficientes de financiamiento.

Y es que según un estudio de Bloomberg, respecto de su sistema de salud, Estados Unidos clasifica como el ante-penúltimo entre 48 países, solo por delante de Serbia y Brasil, y muy pegado de la República Dominicana.

Dicho ranking combina datos del porciento de gastos en salud con respecto al producto interno bruto, la esperanza de vida y el costo per cápita de los cuidados.

El ranking lo encabezan la región china de Hong Kong, Singapur y Japón.

En el top 10 aparecen cuatro naciones europeas, además de Israel, Australia y Corea del Sur.

En América Latina sobresalen Chile, México y Ecuador, situados dentro de la primera veintena de naciones.

Sorprendente!

¿No?

En Estados Unidos, el Estado aplica dos programas de asistencia médica, el "Medicaid" y  el "Medicare", sin embargo, la cobertura no contempla a quienes no pueden pagar la cuota, ni a los que no califican.

Y es que el sistema norteamericano es el reflejo de una estructura social individualista, que en algunas cosas puede ser un éxito, pero que en salud es catastrófico.

Es por eso que de acuerdo a algunas encuestas, los estadounidenses se sienten frustrados con los altos costos, la accesibilidad y la complejidad de su sistema de salud.

Setenta y cinco por ciento de los estadounidenses opina que el actual sistema necesita cambios fundamentales o debe ser completamente reconstruido.

Uno de cada 4 adultos gasta $2,000 o más en el cuidado de su salud por año, mientras que el 9% gasta $5,000 o más.

Por otro lado, 37% de los estadounidenses se salta alguna receta de medicamentos todos los años debido al costo, una tasa de casi el triple de la de Canadá y el doble que las tasas de Francia y Alemania.

Y uno de cada 3 estadounidenses dice que pasa "mucho tiempo en el papeleo o en controversias" relativas a sus reclamaciones de seguros de salud.

Por otro lado, Estados Unidos destaca porque es el único país desarrollado del mundo que NO tiene "seguro de salud universal".

En la actualidad, unos 254 millones de norteamericanos tienen seguros de salud, mientras que 46 millones no tienen ningún tipo de seguro médico.

Sólo el número de excluidos del sistema es escandaloso.

La cuota promedio de un seguro de salud real para un ciudadano de 50 años cuesta unos U$S500 por mes, pero pese al alto costo, en algunas circunstancias los pacientes deben abonar parte del dinero del costo de sus tratamientos.

Por otro lado, Estados Unidos gasta en salud, por ejemplo, seis veces más que Gran Bretaña, pero deja sin asistencia a un sexto de su población.

El mercado puede que funcione muy bien en otros terrenos, pero debe quedarse fuera cuando se trata de los asuntos sanitarios del pueblo. 

Y recuerde, que el filósofo alemán Arthur Schopenhauer dijo: "La salud no lo es todo, pero sin ella, todo lo demás es nada".